Ya se sabe. Los que intentan mantener heroicamente el idioma valenciano moderno son, a juicio de los inmersores, secesionistas de extrema derecha que merodean por Valencia y su huerta. Por sus pecados lingüísticos merecen ser excluidos del acceso a la Administración. Dueños del poder, nos prohíben hasta los nombres propios valencianos que, por supuesto, son similares morfológicamente en las demás neolatinas hispánicas. Así, leo una noticia sobre el escritor Blay Bellver (Aixátiva, 1818-1884), que transforman en el catalán Blai.
Los estornudos y Sent Blay
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