Hambre, neurastenia y miseria fueron consustanciales a quienes buscaron vivir del arte de Euterpe en el pasado, salvo que fueran virtuosos, protegidos de un poderoso o lograran plaza en la Enseñanza. Actualmente, si la situación se pone crítica y amenaza con tener que dejar el violín y volver al arado, al taller de papá, al andamio… o acabar como Luigi Tenco, es mejor la prostitución intelectual. Si la Generalidad y sus chiringuitos (los que contratan conciertos y demás chollos) premian a quienes se catalanizan, el resultado es la proliferación de abortos como ‘Tardor’.
La banda colaboracionista ‘Tardor’
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