(recuerdos caóticos en español y algo de valenciano)
La productividad de los hablantes de un idioma suele recurrir libremente a préstamos parciales o totales de otras lenguas. Así, la vitalidad creativa del valenciano tomaba derivados del latín limpĭdus > limpit, limpidea (Fullana. Voc. 1921), “llimpiant la iglesia” (El Tío Cuc, 2ª ep., nº53, Alacant, 1924, p.3)…; o del malayo bambú > bambunera…