En 2018 se entabló una sórdida ofensiva de la extrema derecha catalanista de Compromís contra la empresa de supermercados Consum para que etiquetara en catalán (ellos, para engañar, dicen ‘valenciano’). A la cabeza de la apestosa cruzada estaban los colaboracionistas de siempre, los de las cuatro barras, país, subvenciones, etc.; es decir, los tóxicos del autoodio y del enredo para catalanizarnos, como el senador de Compromís Carles Mulet García, antaño eficaz auxiliar administrativo en el Ayuntamiento de Villarreal, responsable de la atención telefónica del servicio 010. Convertido en senador, con lluvia de € y goce de prebendas, el histriónico telefonista se inició en la política formando dúo cómico con el Baldoví malasombra. La dura competencia con este caricato de Sueca obligó a García a mostrar su ingenio para pasar a la posteridad con actuaciones dignas del Teatro de Manolita Chen. Así, la más jocosa e importante de su vida senatorial fue la del 13 de abril de 2016, cuando se convirtió en el primer senador en hablar en lengua leonesa en un pleno del Senado de España. Y hace un mes, el paladín del leonés se convirtió en el payaso valenciano del absurdo, al provocar carcajadas el estar un minuto repitiendo ‘Cataluña, Cataluña, Cataluña…”. ¿Motivo? Porque Mulet estaba preocupado por Cataluña, “territorio que vive una situación política preocupante que las fuerzas de derecha y de extrema derecha se dedican a hacer aún más grande». Mulet y Baldoví son el gas hilarante del Senado y Congreso.
Después del artículo “El catalanismo de los machistas Supermercados Consum” (04/01/2018) donde criticaba a Consum por el uso del catalán, no el valenciano, esta empresa decidió dejar de etiquetar en la lengua forastera. Enfurecido el fascismo expansionista catalán, por medio de tías nurias y tíos maneles de Compromís y PSPV que fingen ser nacionalistas valencianos, amenazaron a Consum a traves de Twitter. El mismo Carles Mulet escribió: «Molt mal… no m’espereu». Asesores de la coalición Compromís lanzaron también mensajes críticos que fueron retuiteados por cargos como Fran Ferri o Ferran Puchades, esforzados colaboracionistas. Otros mensajes en contra de la decisión de no etiquetar en falso valenciano llegaron desde Cataluña, donde Consum también tiene supermercados.
Ya lo ha conseguido Compromís: Consum se ha convertido en Academia de Catalán
Ayer, al entrar en Consum en Alicante, me ofrecen publicidad en catalán, donde “lo millor” lo catalanizan en “el millor”, eliminando la construcción sintáctica de neutro + adjetivo, que otorgaba claridad semántica desde el valenciano clásico al moderno. En el DHIVAM 2019 tienen documentación para hacer callar al dúo cómico de Compromís, aunque a esta pareja les da igual que quien legitime la construcción sea Joanot Martorell (“lo millor de tot lo que tenia” Martorell: Tirant, c. 1460) o el genial Baldoví de Sueca, no el malasombra (“aplega a lo millor” Bernat y Baldoví: Un ensayo fet en regla, 1845, p. 7).
En el panfleto de Consum hallamos los catalanes duresa (val. durea), ganivet (val. gavinet), xec (val. chec), xaira (val. chaira), afilador (val. esmolaor), segueix-nos (val. seguixmos), etc. Lo inconcebible es que esas palabras están en los libros de texto de los indefensos niños que son violados idiomáticamente todos los días por los inmersores. Y no hay un solo político de los miserables partidos que nos roban que se enfrente a esta delincuencia fascista. Claro, son incapaces de mantener un coloquio y explicar a los caricatos de Compromís y Consum que, por ejemplo, ‘duresa‘ es propio del andaluz y catalán (y de la quinta columna de algunos descendientes de mallorquines de la Marina, que llegaron en el siglo XVII para matar el hambre). La unidad de la lengua y la unidad de la Gran Cataluña hasta Orihuela exige la marginación de singularidades que no gustan el IEC, como ‘durea del gavinet‘, que ellos y Consum transforman en ‘duresa del ganivet‘, despreciando la lengua propia, pues la construcción de sustantivos abstractos en -ea (bellea, vilea, altea, durea, pobrea, fortalea, baixea, perea, vellea, esbeltea, riquea…) fue progresivamente convertida en otra singularidad del valenciano moderno,
“durea” (Canals, A.: traducció al valenciá del Valeri Maxim, 1395)
“desfá les durees” (Bib. Nac. París, Llibre de les erbes, c. 1400)
“durea” (Alcanyís, Lluis: Regiment preservatiu, 1490)
“en durea” (Fagés: Refrans catalans traduits al valenciá, 1853)
“la durea de…” (Canyisaes, Monóver, 1912, p. 206)
“la seua durea” (Almanac La Traca, any 1922, p.44)
Los de Compromís ya han logrado su propósito en Consum. Es significativo que ningún catalán encontrará una sola palabra que no pertenezca a su idioma, el de Pompeu Fabra e Institut d’Estudis Catalans, pues en Consum ya rechazan el valenciano y etiquetan en catalán. Las diferencias entre lenguas hermanas son mínimas y pueden consistir en la abertura o cerramiento vocalico, transformación en sorda de una consonante sonora, o en oclusiva la que era fricativa, etc. Así, por ejemplo, tenemos:
valenciano: ‘chaira’
catalán: ‘xaira’
mallorquín: ‘xeira’
Su similitud se debe al étimo gallego o portugués chaira, de donde proceden. Y, tras las amenazas del telefonista Mulet, ¿cómo etiqueta Consum esta herramienta de bricolaje?, en el catalán xaira, gracias a los hazmerreír de Compromís; pero:
“valenciá chaira” (DECLLC, IX. p.419)
“chaira: entre zapateros, eslabón” (Lamarca: Dicc. valenciano, 1839)
“chaira: acero para afilar” (Rosanes: Voc. valenciano, 1864)
Poco a poco, los caóticos romances medievales adquirieron singularidad y convirtieron en voces propias lo que no eran más que corrupciones neolatinas. Así, del latín sincērus surgió el adjetivo valenciano ‘sancer‘; hoy prohibido por el dúo Mulet-Baldoví; pero, en el 1400 (cuando era impensable que un catalán Ribó, que se burla de nuestro idioma, ocupara un cargo), los dignos Jurats de Valencia remitían cartas en valenciano al Canciller de Castilla, el poeta e historiador vasco Pedro López de Ayala, con el adjetivo repudiado por Consum y Compromís: “es degut a tot sancer… obviar a tals perills” (BRAE, VIII, p.327). La grafía, además de única en valenciano moderno, era clásica:
“hun poch de alum sancer e posar a la serena” (A.R. de Val. Prot. 1264, f.1 r., any 1415)
“de cor sancer” (Roig, Jaume: Espill, 1460)
“als sancers pensaments” (Perez, Miquel: Imitació de Iesuchrist, 1491)
“cor sancer” (Roiç de Corella: Lo primer del Cartoxá, 1496, f. IV)
“tres anys sancers” (Const. Universitat de Valencia, 1611)
Los de Compromís están satisfechos. Ya no protestan contra Consum. Su labor de colaboracionistas del fascismo expansionista catalán se ha cumplido en la cadena de supermercados. Ellos están en política para implantar las cuatro barras, blindar la parásita À Punt, catalanizar desde la guardería y, de este modo, el obrero tendrá trabajo y crecerá la exportación valenciana a Alemania, China o Bután… si nuestras empresas etiquetan en catalán.
¡Vaya, qué feliz estará el telefonista senador Mulet García! ¡En Consum etiquetan hasta con el catalán mantega!
En valenciano diferenciamos entre ‘manteca’ y ‘mantequilla’, voces que la extrema derecha catalanista de Compromís y PSOE de Chimo Puig no admite, al ser homógrafas en español. Precisamente para defendernos de esta gentuza que nos engaña tenemos en Internet el ‘Diccionari Históric del Valenciá Modern 2019‘. Es un arma defensiva que nos permite comprobar lo miserables que son estos colaboracionistas. Así, la grafía ‘manteca’ que ellos rechazan es etimológica, y la diferenciamos de ‘mantequilla’. Aquí tienen algunos testimonios para hacer callar a los caricatos de Compromís, PSPV, PP y Ciudadanos, culpables de que exista la colaboracionista À Punt, (que también impone ‘mantega’), gigantesco parásito que quieren blindar estos peones del fascismo expansionista catalán:
manteca ––d’un prerromá hispánic *manteica, *mantheika. Corominas arreplegá la variant “manteca” (DECLLC, 5, p.437) en doc. mosárap (¿aragonés?) del sigle XII: “manteca, la cárrega” (Vilarig: Memorial… han de pagar les mercaderíes, Valencia, 1607)
manteca “manteca, la arroba 4 lliures” (Tarifa dels preus y pesos de les mercaduríes, Valencia, 1671)
manteca “dátils, manteca y formache / de diferents calitats” (Romans… pera riures en Carnistoltes después de haver almorsat, any 1756)
manteca “tendra com una manteca” (Coloqui de Chusep Patrico Vintungles, 1795)
manteca “pa, vi, manteca, oli” (Tonadilla… pera cantar en el dia del Naiximent, 1820)
manteca “com la manteca em desfás” (Casademunt: Bateig en Burriana, 1871)
mantecá “mantecá: mantecada o rebanada de pam untada con manteca y azúcar. Golosina que se compone de almendras molidas, almíbar y yemas de huevos” (Escrig: Dicc. 1851)
manteca “diuen que guisen en manteques” (M. Ruiz: Canyisaes, Monóver, 1907)
manteca va rostir, aquell que la “ni a aquell que la manteca va rostir, / se li haguera ocurrit” (La Traca, 6 de joliol 1912)
manteca “en dos paraules mos fiqueu més suaus que la manteca” (Barchino, F.: ¡No hiá un marit fiel!, 1919)
manteca “son tots com una manteca” (De dalt a baix, día dels Inosents, 1920)
manteca “el cor el tinc més bla que la manteca” (Barchino, P.: Tot lo que relluix, 1931)
manteca “més suau que una manteca de Flandes” (Barchino, P.: El cuquet del carinyo, 1932)
manteca “una tostá ben cuita… en molta manteca” (Soler Peris, J.: Els estudiants, 1934)
mantequilla “dos dinés de mantequilla” (BNM, Ms. 14339, Escalante: ¡Qué no será!, 1862)
mantequilla “fe aulor de la mantequilla” (Liern: La Flor del camí del Grau, 1862)
mantequilla “un cor de mantequilla” (Salelles, C.: Els suspirs d’un llauraor, 1864)
mantequilla “víngasen en mi, fanfarria, q´el vach a fer mantequilla” (BNM, Ms. Marsal, Ramón: Els amants d´Alboraya, 1862)
mantequilla “mantequilles, aigües d´arrós” (Llombart: Al perfumiste Tiffon, 1877)
mantequilla “y em posarem mantequilla” (Balader: El agüelo Cuc, 1877)
mantequilla “Escolte, ¿te mantequilla?” (Burguet: ¿Ahón está el lladre?, 1880, p. 19)
mantequilla “cuant torne mantequilla” (El gallet de Favareta, 1896 p. 18)
mantequilla “¡Aguasil de mantequilla!… ¡no li entrará la migranya,/ el moquillo y la pigota!” (Peris Celda: Arrós en fesols y naps, 1921)
mantequilla “¡Ma l´aguasil mantequilla este!” (Barchino: La embolá, 1925)
mantequilla “el pren per un mantequilla” (Catalá G.: La carchofa, Torrent, 1926)
Los acomodaticios de Consum ya etiquetan “ganivet” como si estuvieran en Cataluña, pero: “gavinet” (Ferrer, St. Vicent, Quaresma, 1413); “un parell de gavinets” (Inv. dels bens mobles d´Alfons V, c. 1424);“gavinet” (Roig: Espill, 1460); “gavinets… pot fer y vendre” (Ginart: Reportori dels Furs, 1608, p. 270), etc. Además de clásica, la grafía se afianzó como propia del valenciano: “tonyineta… tallá en gavinet” (Llibret Foguera Chapí, Alacant, 1955).
La Inquisición de los caricatos de Compromís es dueña y señora de la vida académica e institucional. Hoy, en el diario catalán de Alicante, leo: “en las oposiciones a auxiliar administrativo del Ayuntamiento de Elda se puntuará más el valenciano que el doctorado” (Información, 13/03/2019, p.25). Lo curioso es que en Elda hablan sólo español y, si tienen que atender a algún vecino de Novelda, éste hablará en valenciano, no en el repugnante catalán de los falsarios de Compromís y el tío del Peluquín. En el mismo diario, la candidata de Compromís, Aitana Mas, repite el sobado mantra de que “se ha generado odio hacia la lengua” (Información, 13/ 03 / 2019). ¡Qué vergüenza ajena producen estos sacos de autoodio colaboracionistas, que prohiben el valenciano e imponen el catalán! Hace falta un partido que expulse a estos tóxicos cantinflas de la política valenciana.