El subvencionado espadón del autoodio, el diario catalán Levante, da su apoyo y publicidad a la manifestación en Benimaclet del pasado 12 de Octubre, celebrada contra el odio a la inmersión en catalán, las cuatro barras, el proyecto fascista de la Gran Cataluña o Países Catalanes, etc. A esta gente no les molesta la implantación del catalán o la persecución al valenciano y español; ni el autoodio a la Real Senyera o al título de Reino. En las mismas páginas del periódico del Régimen, los reptantes plumillas colaboracionistas destilan ponzoña que deleita a los exquisitos de Benimaclet, pandilla que jamás protesta del fascismo expansionista catalán, y ante el cual no enseñan «músculo».
El Tío la Vara
Aquí, en la subvencionada prensa de la Fallera Cantimplora y el Peluquetes excreta su pútrida inquina el carcamal sardanero Jesús Puig, un rancio inspector de la Conselleria d’Educació que ejerció de tronista torquemada de la inmersión. Hoy promueve el autoodio en «Festes COVID» (Levante, 13/ 10/ 2020), escrito en catalán, donde la miseria moral se adereza con incoherencia sectarista. El retorcido pedagogo expone su concepto de la disciplina universitaria del siglo XXI, idónea para castigar a los estudiantes del Colegio Mayor Galileo Galilei; pero, amnésico selectivo, olvida que son producto de la educación promovida por sórdidos Inspectors d’Educació como él. Durante décadas, la principal preocupación de los politizados centros de enseñanza, todos controlados por profesores ‘progresistes de la meua bolchaca’, fue la catalanización y azote al valenciano y español; y ahora sale este tipo de marras en que la solución es (traducido de su valenciano catalanizado), golpearlos con cuerdas o maromas de barco1, aunque también son útiles en la pedagogía del especialista las correas de arneses de caballería que les pongan las carnes rojas (Jesús Puig, Levante, 13/ 10/ 2020). Puesto a repartir leña, carga contra «Trump en USA, Bolsonaro en Brasil i Díaz Ayuso en Madrid»; pero guarda respetuoso silencio respecto al pithecanthropus asesino Maduro, el cerdo de Corea del Norte o los atroces dirigentes de Arabia, Irán y demás mutiladores de mujeres y mariconasos (como decía el admirado humanista Fidel Castro).
Olvida el Tío la Vara que, con la inconsciencia que caracteriza a los jóvenes, idénticas fiestas que las del Galileo Galilei se han celebrado en toda España, incluida su admirada Cataluña. Pero el Tío la Vara vomita odio sobre estos universitarios, a los que acusa de provocar «el major brot de coronavirus al País Valencià i encara tenen el cinisme de penjar cartells amb missatges de «Govern dimissió» i «Coletas rata»». No, pillastre Tío la Vara, no. El mayor brote de coronavirus y el más mortífero fue provocado en el Reino y en toda España por el PSOE y Compromís, con la manifestación feminista del 8 de marzo de este 2020; y, supongo, te quedaste mudo y no sacaste vara para azotar a las contaminantes tiasnurias. Aunque lo que alborota tu autoritario cerebro son esos carteles de «Govern dimissió» y «Coletas rata»». No sé, creo que cuando en la Universidad aparece lo de «Borbones a los tiburones» o «Arderéis como en el 36», no te indignas ni escribes nada, y tampoco incitas a las masas para que azoten a nadie. Resentido, despectivamente llamas a los universitarios «aquesta genteta de casa bona». ¡Malo, Jesusito, eres malo, muy malo!.
Los manifestantes del 12 de Octubre en Benimaclet, siniestros e hipócritas, están muditos ante el nazismo de alcantarilla y autoodio de las autoridades que fomentan la conversión del Reino de Valencia en el espacio vital de la Gran Catalunya o Paísos Calalans. Los ideólogos de Hitler, antes de la hecatombe, también elaboraron el mapa de la Gran Alemania con Polonia, Francia, Hungría, etc. Y los alemanes fingían no enterarse de nada, como hacen aquí los enojaditos de Benicalap.
Hecho un Midas gracias al catalanismo, sigues con tu labor destructiva; así, en el artículo rechazas el demostrativo valenciano «esta» por ser homógrafo en español; prefieres el arcaísmo «aquesta», vivo en la catalán del nazi Torra, el que nos considera «bestias». Al ser coronaviris idiomático, escribes «Troia» como mandan desde Barcelona. Mira, Tío la Vara, desde hace siglos se escribe Troya en idioma valenciano:
“Troya” (Canals, fr. Antoni: traducció al valenciá del Valeri Máxim, 1395)
“en los fets de Troya” (Martorell, J.: Tirant, c. 1460)
“a 7 de la nit mestre Ripoll feu lo cavall de Troya y despará…” (Dietari Porcar, a. 1608)
“en Troya” (Blay Arbuxech: Sermó de la Conquista, 1666, p. 15)
“y hagué una Troya que tot anava al bol” (Galiana: Rond. de rondalles, 1768)
“troyanes” (Conesa, Jacme: Hist. Troyanes, c. 1383)
“dels grechs e dels troyans” (BNM, Ms.1523, Conesa, J.: Hist. troyanes, 1374, f. 57)
“dels troyans” (Beuter: Historia de Valencia, 1538, f.II)
Catalanista desorejado y desorientado por la soberbia, salpicas de mierda catalana tus artículos, con ridiculeces como ese «averany» (¡Ay, si ton pare vixquera te unflaría a galtaes, per ferrús enredraor!), voz que ni siquiera recogieron Escrig, Llombart (Dicc. año 1887) o Fullana (Voc. año 1921) ¿No te da vergüenza, Tío la Vara, contaminar a los valencianos que aún emplean su idioma? Hasta el catalán Corominas era menos venenoso que tú, pues reconocía que «averany» era propia del «Principat i les Illes» (DECLLC, I, p.513) Al lexicógrafo republicano Corominas nadie le podía tocar el título de Principat de Catalunya, aunque fuera falso; pero el erudito barcelonés era fascista hasta el tuétano, por lo que eliminaba los legítimos títulos de Reino de Valencia y Mallorca; como haces tú. En realidad no tienes de qué preocuparte. Tenéis todos los medios de comunicación, la Generalitat y, en los pueblos, amaestrados colectivos de enojaditos como los de Benimaclet. Podéis impunemente seguir con vuestra labor destructora. Los progres de Benicalap, producto de la Inmersión, no «mostrarán músculo» contra el fascismo expansionista catalán; sólo el trasero a Valencia y España.
1El Tío la Vara usa el término «batecul», que remite al catalán «tupada» y a correa o cuerda (DCVB). El pedagogo sugiere que les den a los universitarios del Galileo Galilei «uns bons baticuls i fer-los les anques ben roges».