Hacia el año 1482 se instalaba en una esquina de la Lonja del Aceite de Valencia la escultura del gigante que, sobre su hombro, sostenía una gran piedra. La iconología estaba inspirada en el mitológico Atlas o Atlante, titán obligado por Zeus a soportar la esfera del universo. Los escultores medievales y renacentistas llenaron Europa de columnas humanas o telamones que aguantaban arquitrabes, arcos y muros, aunque la mayoría de ellos eran simple elemento estético, similar al que tuvo el ‘Engonari de la Llonja del Oli’. El modelo valenciano, que no era exento, se inspiraba en obras clásicas como el Atlas Farnesio, popular entre los romanos del siglo XV y los valencianos que gobernaron Roma en tiempo de los Borja. [+]
Engonari, metáfora nominal del conde de Oliva
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