
Leo en el diario catalán Levante que el Ayuntamiento de Valencia del catalán Ribó “denuncia a HazteOír por incitar a la violencia con publicidad. Los responsables se enfrentan a penas de prisión” (Levante, 07 / 03/ 2019) Muy bien, machotes alfa y omega, así se hace. Con primor, el Levante sitúa la noticia en la edición digital para que sirva de escarmiento a estos intolerantes que pretenden herir sensibilidades con el autobús de marras y su mensaje de “No es violencia de género, es violencia doméstica”. Nada, nada, a estos criminales hay que eliminarlos de la sociedad, caparlos con cuchillos oxidados o sacarles un ojo con agujas saqueras (como hacían los Progresistas en 1936) por incitar al odio.
Ejemplo de convivencia y fomento de la concordia
El progresista Levante —el que durante años y años se lucró con el fomento y la publicidad de la prostitución de chinitas y japonesitas a precios razonables—, dedica páginas a ensalzar el recuerdo de egregios intelectuales como Pepe Rubianes. A tal fin tienen al escriba Joan Carles Martí, Redactor Jefe de Cultura y Sociedad en Levante-EMV, dócil y diligente servidor de esta empresa catalana que, el otro día, cumplió el encargo del Levante para glosar que la popular plaza del Negrito de Valencia se dedicara a Rubianes; resumiendo, decía:
«Los amigos de Pepe Rubianes dedican la plaza del Negrito a su memoria. El fino humorista gallego que fue precursor del monologo… Aunque vivía en Barcelona, tenía muchos amigos en València. La Editorial Alrevés ha publicado A mí no me callan, un libro con los monólogos de Rubianes y con el prólogo de Andreu Buenafuente. “Ahora se habla de los límites del humor y hasta tenemos una ley que la gente ha rebautizado como ‘ley mordaza‘. ¿Tú te crees, Pepe? Sé exactamente por dónde te pasarías tú los límites del humor, no una, sino varias veces”, escribe Buenafuente» (Levante, 02/03/ 2019)
Es admirable esta gente y, claro, si la calle del Almirante Cervera (fallecido en 1909) en la Barceloneta catalana luce ahora el nombre de Pepe Rubianes ¿Por qué no dedicarle una plaza en esta Valencia del catalán Ribó y la Fallera Cantimplora? Muy bien, agudos periodistas del Grupo Moll, hacéis muy bien en fomentar la convivencia en España, y premiar con adjetivos elogiosos al Gandhi de Villagarcía de Arosa. En realidad este tío era de una mediocridad patética y monótona. Basta recordar al personaje de Makinavaja interpretado genialmente por Andrés Pajares y, posteriormente, la lamentable actuación de Rubianes. En fin, es evidente que Pepe Rubianes, siempre unido a Buenafuente, se convirtió en el ídolo de la extrema derecha del fascismo expansionista catalán con su famosa loa a España en TV3, que sintetizamos:
«A mi la unidad de España me suda la polla por delante y por detrás. Que se metan a España en el puto culo a ver si les explota dentro y les quedan los huevos colgados de los campanarios. Que se vayan a cagar a la puta playa de la puta España. Que llevo desde que nací con la puta España. Que se vayan a la mierda con el país y dejen de tocar los cojones»
No sé que opinan las silentes feministas de esto; pero, quizá, entre tanta sensualidad y finura de huevos y culos reventados tengamos en prosa un Walt Whitman gallego-catalán. En fin, al calificar el Levante de “fino humorista” a Rubianes, yo me he limitado a usar las mismas frases en el título de estas líneas, aunque sustituyendo España por Cataluña. No me déis las gracias, periodistas progres del Levante y de TV3, guardianes del Nuevo Orden de la Cataluña Imperial ¡Guau, guau, guau, a morder y reventar cojones a los de HazteOír, guau, guau, guau! Os lo ordena vuestro amo.
