
Leo en prensa la iniciativa de Baldoví contra el español. ¡Vaya un inútil que, en tiempos del Covid-19, insiste en la catalanización de los valencianos y su lengua!. Ensalzado por los profesionales del autoodio (Ferreras, Bildu y demás casta), Baldoví sigue acumulando millones y generando conflictos, mientras pone cara de ingenuo y escupe a España y Valencia. En su mutación por aparentar ser catalán, ha conseguido quitarse el acento valenciano de Sueca y, poco a poco, imitar al pastoso de los Sardá, Arús, Buenafuente y demás malapatas que copan las televisiones.
La lengua usada por el baboso Baldoví tiene poco que ver con la de sus padres y la del ilustre Bernat Baldoví, que empleaba un valenciano con algún arcaísmo, lógico en el 1840, y escasas interferencias de lenguas vecinas. Así, la siguiente frase del literato de Sueca sería paradigmática de su idioma:
val. de Bernat Baldoví: «t’agrá en sucre la fraura«1
cat. de Baldoví………….. t’agrada amb sucre la maduixa
español…………………….. te agrada con azúcar la fresa
Observamos que no hay diferencias sintácticas; sólo morfológicas y léxicas. Respecto al léxico, el sust. ‘sucre‘, del árabe súkkar, era voz que nació entre cultivadores de la caña de azúcar mozárabes e islámicos. Del Reino, junto al producto, se propagó al gallego zucre, fr. sucre, it. zucchero, alemán zucker, etc. El vocablo ya estaba implantado antes de la llegada de Jaime I y, en 1240, se documenta «sucre«2 en la Leuda que el monarca concedió a la ciudad de Valencia. También figura, obviamente, en Furs de Valencia otorgados por el mismo monarca: «e de sucre… Carga de fustet… sucre». Corominas recuerda que «sucre» era vocablo de Valencia, «y de allí importaban directamente su azúcar portugueses, castellanos, catalanes e italianos».3 Siempre reacio a señalar origen valenciano a una voz, Corominas lo diluye como puede: «los sarracenos introdujeron el cultivo de la caña de azúcar en la zona Valencia-Tortosa, en Andalucía y en Sicilia, de estas zonas tomaron la palabra los catalanes, portugueses e italianos».4 Otra palabra que vemos en la frase de Bernat Baldoví es ‘fraura‘ o ‘fraula‘, del latín vulgar *fragŭla. La voz, probable mozarabismo,5 arraigó en lengua valenciana literaria y coloquial:
“sucre, canella, fraules” (Bib.Univ.Valencia, Morlá: Ms. 666, c. 1649)
“fraula: fresa; fraules: freses” (Ros, Carlos: Dicc. 1764)
“fraula: fresa” (Escrig: Dicc.1851)
“fraures, pa blanc” (Liern: De femater a lacayo, 1858, p.9)
“fraula… de Valencia… heredada del mozárabe… es lo que admite Simonet” (DECLLC, IV, p.160)
“rams de flors y fraures ven en lo mercat” (Sanmartín: Jagants y nanos, 1895, p.217)
“ramellets de fraures” (Morales San Martín: Noveletes, ed. L’Avenç, Barcelona, 1910, p.8)
“fraular: fresal, lo mismo que fraural” (Escrig: Dicc. 1851)
“fraular: campo de fresas” (Fullana, Lluis: Voc. valenciá, 1921)
El baboso Baldoví siente autoodio hacia la lengua de sus padres, de ahí que le de igual fraura que el catalan maduixa. Los ejemplos de la singularización del valenciano respecto al catalán, que sólo con la obra de Bernat Baldoví conformarían una tesis doctoral, los prohíbe o desprecia la hipócrita casta de Compromís, con Baldoví, Mónica Oltra, Marzà, Ribó, etc. Alardean de defender el valenciano y, en realidad, son asesinos del idioma e impulsores de la fascista inmersión que destroza a los niños. Nadie de esta plaga protestará de los mapas de Cataluña que devoran hasta Orihuela, y jamás cortarán las cataratas de euros a las infinitas asociaciones o colectivos subvencionados cuya única misión es catalanizar, con los millones que les llueven de los impuestos.
Un colaboracionista de la Inmersión: Hipermercados Consum
Consum no alberga dudas. Si rotulara en valenciano, los comisarios de Baldoví y Mónica Oltra los apuntarían en la lista negra; pero si lo hacen en catalán, como vemos con maduixa, todo son alabanzas.
Exigen e imponen con toda desvergüenza la rotulación en catalán, despreciando el valenciano. Hemos comprobado que Bernat Baldoví6 usaba nuestra palabra «fraura» (ahora convertida en extraña tras la inmersión), pero los duendes catalanistas que controlan Consum son conscientes de que la Generalitat de Chimo recompensa la catalanización, de ahí que esta empresa que presume de valenciana nos eructe con rótulos en catalán; y los patriotas Mónica Oltra o Baldoví perderán el trasero alabando lo cultos que son. Si los de Consum rotularan en valenciano en Cataluña, los mandarían a la mierda, pero aquí lo hacen en catalán, y los sanc d’horchata de siempre —aborregats en paelles, traques, falles, fogueres y gayates—, irán a comprar a estos hipermercados que nos humillan y se burlan de nosotros.
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1Bernat Baldoví: Qui tinga cucs que pele fulla, 1855, p.28.
2El texto de la Leuda del año 1240 lo aporta Mª Dolores Cendra en Ordenamientos y códigos legales, 1966 (yo no he visto el documento original, como desearía).
3Corominas: DCECH, I, p.438.
4DECLLC, VIII, p.141.
5Ibid. p.160.