‘Guerra a la ignoransia en la ploma; y guerra al despotisme en la bayoneta’ (Bonilla: El Mole, 13/ 05/ 1837, p.24)
Con aquiescencia de la AVL y la Universidad, la fauna expansionista se convierte en pandémica. Prototipo de la nueva generación de depredadores idiomáticos al servicio del catalanismo es un subvencionado Alejandro Llinares Planells, cantor de las glorias del ‘Principat’ y pregonero de un territorio sin nombre, que habla catalán:
“a la gent del Principat, o per als territoris catalanoparlants” (Llinares: Plecs poètics de bandolers a la Catalunya del Barroc, Univ. de Valencia)